ÍDOLO RUDY
Os voy a contar un pequeño secreto. Por el Real Madrid han pasado miles de jugadores. De todos los que he visto jugar, me he quedado siempre con Rudy Fernández. No era el más alto, ni el más habilidoso, ni el máximo anotador, ni tampoco el mejor defensor, pero siempre estaba situado en las primeras posiciones de todas las estadísticas. A Rudy lo descubrí en la Penya, en aquellos años cuando el equipo de Aito García Reneses escribía la historia del baloncesto español y europeo. Era otro chaval que terminaría por cambiar la edad de oro del baloncesto patrio uniéndose con 19 años al equipo formado por Pau Gasol, Felipe Reyes o José Manuel Calderón. Un jugador que me impresionó allá por 2007 le obligó al Real Madrid ha disputar una semifinal a 5 partidos – 3/2 para los blancos – con 13 puntos 4 rebotes 3 asistencias 2 robos y 13 de valoración en 25 minutos y contra su amigo Sergio Llull que empezaba en esto del baloncesto. Yo también me estrenaba como abonado del equipo y quedé impresionado por el físico de aquel chico mallorquín. Gasol solo hay uno, Navarro no tiene comparación, pero me comprometo con vosotros a que en España no hay nadie mejor que Rudy Fernández.
Cuando el Real Madrid decidió fichar a Rudy Fernández me
daba una vuelta al corazón. Me refiero al verano de 2011 cuando el ambiente en
el equipo madridista era tan crispado. Ya os lo he dicho alguna vez, mi
relación con Pablo Laso comenzó decepcionante hasta que el vitoriano me dio la
hostia de realidad para acabar adorándolo 11 años después. Por eso, me fastidió
que tras el anuncio de la llegada de Rudy Fernández al Real Madrid viniese el
anuncio de la llegada de Pablo Laso. La historia de lo que surgió de aquel
verano, ya todos la conocemos. Rudy Fernández se unió a Martynas Pocius, un
lituano que era una garantía para el esquema de Pablo Laso y a Jaycee Carroll,
quizá el elemento perfecto para ser un puñal en ataque y que se ha terminado
convirtiendo en el jugador extranjero con más partidos jugados en el Real
Madrid. Rudy Fernández se unió a jugadores contrastados como Sergio Llull,
Felipe Reyes y Sergio Rodríguez y con otros que empezaban a despuntar como Ante
Tomic, Carlos Suarez o Nikola Mirotic. Y lo que son las cosas, Rudy Fernández
tuvo sus temporadas con más minutos en el Real Madrid en las dos primeras campañas.
Unas temporadas donde el Real Madrid reverdecía laureles venciendo la Copa del
Rey 19 años después o ganando la Liga Endesa 6 años después, justo cuando Rudy
Fernández se enfrentaba al Real Madrid en semifinales con el Joventut Badalona.
No podía caer más de gozo tras ver como un desconocido Real
Madrid en la primera década del siglo XXI, aparecía de la mano de uno de mis ídolos
y que, junto a sus compañeros, lograba devolver la alegría a los aficionados
del Real Madrid hambrientos tras una larga sequía sin títulos. Incluso aquellos
años donde los blancos se quedaron a expensas de lograr la primera euroliga con
Laso de entrenador, se disfrutó de maravillosos partidos de los que aún guardo
maravillosos recuerdos en aquella Euroliga donde dominaban Olympiacos, Maccabi
Tel Aviv o CSKA Moscú. De la noche a la mañana, el Real Madrid peleaba contra
ellos y conseguía hasta 8 títulos hasta que el 17 de mayo de 2015 se lograse el
culmen con la ansiada Euroliga 20 años después y con mi presencia en la grada,
con mi camiseta de Rudy Fernández. Solo un detalle, he tenido hasta tres camisetas
del Real Madrid, solo dos de ellas con nombre y una precisamente es la de Rudy.
Los años pasan, los jugadores van cambiado de equipo. Nuevos nombres aparecen
en la lista de ídolos del Real Madrid como Facundo Campazzo, Andrés Nocioni,
Gustavo Ayón o Luka Doncic. Todos ellos vienen a sustituir a los Llull, Felipe,
Chacho o Rudy Fernández, pero solo las lesiones pueden detener al mallorquín.
Sus problemas de espaldas y las continuas cirugías mermaban
el protagonismo de Rudy Fernández, pero cuando la recta final de la temporada
se acercaba, su carácter emergía del talento que nunca perdió para ser MVP de
la final de Liga Endesa en 2018 en una plantilla donde había un tal Luka Doncic
o Edy Tavares. Todo ello lo compaginaba con 255 partidos con la selección española
que, junto a los Gasol, Navarro y compañía, lograba una era de 20 años que,
además de los dos mundiales y cuatro eurobasket, conseguía dos platas olímpicas
ante una brutal USA y el primer puesto del ranking FIBA en noviembre de 2022. Todos
esos triunfos los logró Rudy Fernández acompañado de muchos otros jugadores,
mejores o peores, pero donde el mallorquín estaba presente. Y ahora en el Real
Madrid de Campazzo, Tavares, Hezonja y Musa, la figura de Rudy Fernández vuelve
a aparecer para levantar una Euroliga en 2023, una Supercopa en 2023 y una Copa
del Rey en 2023. Su halo como jugador se apaga, el reconocimiento de la afición
de Joventut, Real Madrid y española perdurará por siempre. Y yo volveré a sacar
de mi armario la camiseta con el numero 5 del Real Madrid que volveré a portar 11
años después.
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