LA ESTELA DE LA ESTRELLA

Se terminó el “Campazzo Gate” entre el Real Madrid y Facundo Campazzo. O al menos de momento, porque el club madridista podría fichar al jugador argentino siempre que lleguen a un acuerdo, pero sin opción de derechos del equipo sobre el jugador. Parte de inicio que no es un tema agradable para mí, pero opino que es mejor explicar mis sensaciones que ponerme a darle vueltas en la cabeza sin que mis conclusiones vayan a cambiar nada. No es agradable porque le tengo mucho aprecio al jugador y estoy obligado, en mi condición de abonado del Real Madrid a intentar al menos comprender lo ofrecido y realizado por el club al cual voy degustando cada semana, así hasta cerca de los 90 partidos que el Real Madrid termina disputando. Tras estudiar ambas partes y sin utilizar la información, creo que en este blog personal si puedo usar la opinión sin tener que pedir permiso ni perdón.

Adoro a Facundo Campazzo como jugador. Recuerdo aquellos días que explicaba en Pobla FM su fichaje por el Real Madrid y estuve navegando horas y horas buscando información del pequeño pero bravo jugador argentino. Vino siendo una estrella de Argentina, la Argentina del entonces madridista Andrés “El Chapu” Nocioni. Quizá por ello pocos indagaron en la llegada de Facundo Campazzo al Real Madrid hasta que en sus primeros partidos en el WiZink Center, pude observar atónito lo que era capaz de ofrecer al equipo. Sí, desde mí 21 pude atestiguar que ha sido de los pocos jugadores del Real Madrid que más me ha impresionado desde que soy abonado, como Luka Doncic, Rudy Fernández o Sergio Llull. Cómo olvidar aquel 2018 donde el Real Madrid tenía a todos los pívots lesionados y nadie daba un duro por el equipo, sin darse cuenta de que tenías de base a Luka Doncic y Facundo Campazzo, no necesitabas más. Los dos eran carne de NBA, el primero se fue en 2018 y Campazzo se marcharía recién iniciada la temporada 2020/2021 después que la pandemia lo retrasase todo. El Facu se lo merecía, era el mejor jugador de Europa y estaba claro que la iba a romper en la mejor liga del mundo. No se podía discutir ni ofrecerle “el contrato de Mbappe” sino desearle una larga y dichosa carrera en la NBA, aunque fuese por redes sociales, porque las restricciones de Covid no permitían el acceso a las gradas, a mí 21.

Claro estaba que el Real Madrid – como con Luka Doncic o Usman Garuba – se guardaba los derechos sobre el jugador en su vuelta a Europa. Seis millones de euros, “una pasta” en Europa pero que debía ser tres o cuatro años del jugador en la NBA. Decidí seguir su trayectoria, su manejo ante los mejores jugadores del mundo pero, sin comprenderlo (y sigo sin entenderlo) desde la franquicia de Denver primero y del resto de la NBA después, los minutos de Facundo Campazzo en la NBA empezaban a disminuir tal cual cascada de agua. Tampoco el rol que le colocaba “Coach Malone” era el más productivo para el base argentino que terminó desapareciendo de la rotación e incluso ser incluido en la lista de transferibles por primera vez el pasado mes de febrero, poco después de que me llegaran las primeras informaciones de que el Real Madrid empezaba a preguntar al entorno del jugador su decisión al finalizar su contrato en junio de 2022 con la franquicia de Colorado. La respuesta era clara y sencilla “quiero jugar en la NBA” y por tanto, lo único que podía hacer el Real Madrid, era guardar silencio, esperar y seguir planificando su presupuesto y temporada a lo que tenía más a mano. Llegó el verano y la esperada desvinculación de su contrato NBA e ipso facto se convirtió en agente libre a la espera de llamadas de otras franquicias NBA que lo reclutaran.

 Egoístamente yo estaba encantado, porque sabía que no había franquicias NBA detrás de él y que su vuelta a Europa podría ser inminente, aunque el jugador continuaba priorizando completamente su sueño de jugar en la NBA. No fue hasta el post del España vs Lituania del pasado Eurobasket, cuando me llega el rumor de que le abre un poco la puerta de su vuelta a Europa. Ya metidos en octubre inicia negociaciones con el Real Madrid para su regreso pero me extraña que dichas negociaciones no se cierren en horas. Diferencias económicas derivadas del precio adeudado de su clausula de salida de NBA de 2020 que aún estaba pendiente. Sin meterme en datos, no entendía nada, sí los dos organismos quieren volver juntos, el dinero no debería ser un problema de tanta discordia. La negociación se rompió, también por la llegada de una oferta de Dallas Mavericks de Luka Doncic por el jugador, pero a su vuelta a Europa volvieron a negociar. Y nuevamente, los tiros y afloja económicos y ahora con el % de IRPF que tendría consigo el contrato. No soy muy listo y seguro que estoy equivocado, pero empezó a darme la sensación de que todo parecía ser una excusa para que el Real Madrid subiese la oferta que eliminase la deuda.

Tampoco ayudó mucho, algunas versiones contadas por twitter de gente más o menos afín a ambos bandos que sacaban trapos sucios, malas caras y enfados. En una negociación “entre amigos” se busca siempre llegar al acuerdo pero notaba que no se estaba por la labor y se buscaba echar la culpa al otro por las redes sociales. Tuve claro entonces que el acuerdo no iba a llegar. Entendí que la oferta del Real Madrid era muy buena viendo el mercado europeo y que le hacía ser uno de los 15 jugadores mejor pagados del viejo continente. Campazzo lícitamente no aceptó y confirmó otra oferta llegada de Estrella Roja por valor (total) de 4.3 millones de euros netos (que en serbia son como brutos) y sí el Real Madrid querría al jugador debía igualarla que, con leyes de fiscalía española, debía pagarle al jugador el doble de ese dinero en bruto. Mucho dinero 8.6 millones de euros a desembolsar por cualquier club y con el presupuesto cerrado. Tampoco veía viable “regalarle” los 2.6 millones de euros que se adeuda al jugador, por temas fiscales y porque, con ese dinero, podrías fichar a un grandísimo jugador.

Pero no sería Campazzo, el cual tengo el cariño más grande como jugador. Sus pases, sus canastas, su sonrisa, su forma de ser con el aficionado. Pero el Campazzo fuera de la pista mira, como es lógico, por sus propios intereses y en esta ecuación he de quedarme con lo que ha realizado la junta directiva del Real Madrid. Porque Campazzo solo hay uno y yo lo vi jugar tres años desde mí 21 y claro que quiero que vuelva. Sería una noticia magnífica, pero él solo no puede ganar partidos ni títulos y para comprar jugadores de nivel necesitas dinero, ese que tanto reclama Facundo Campazzo. Por tanto, se nos va una estrella del Real Madrid, que ha dejado su estela como gran jugador pero que creo que no ha estado bien asesorado. Le irá bien jugando al baloncesto, estoy seguro. Le aplaudiré siempre que venga al WiZink Center desde mí 21, pero no le desearé que nos gane. Fue una lástima que el negocio no saliese, pero yo siempre seré de Facundo Campazzo…. Como jugador.

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